Experiencia única e irrepetible (por el precio) en el Taller de Paco Roncero

El jueves 20 de febrero, mi clase del Curso de Experto en Periodismo Gastronómico y Nutricional visitó el Taller de las Emociones de Paco Roncero, http://pacoroncerotaller.com/, situado en el interior del Casino de Madrid.




 Taller de las Emociones de Paco Roncero. 

Los ayudantes del chef con dos Estrellas Michelín y tres Soles Repsol nos llevaron por el camino que hace todo comensal, por la puerta de servicio, paseando por los desiertos pasillos del Casino, como si de un ladrón se tratara, o alguien que no puede pagar. Nada más lejos de la realidad.

Al llegar, vimos el espacio en el que se desarrolla esta innovadora idea, y a mí se me antojó un poco discotequero. Una sala totalmente blanca iluminada con luces azules. De las paredes salían dos pantallas, con el nombre de Paco Roncero en cada una. Del techo sobresalían unos tubos como estalactitas, que tendrían un papel importante en lo que se avecinaba.

La sala, minimalista, no es apta para claustrofóbicos. No tiene ventanas ni iluminación natural, para que tus sentidos se enfoquen exclusivamente en la experiencia que estás a punto de vivir. La estancia está pensada para solo ocho comensales, pero nuestro grupo se compone de unas veinte personas, por lo que la sensación que tuvimos fue mucho más apretada e incómoda de la que puede percibir un invitado real.


El propio Paco Roncero nos saludó e introdujo la explicación del funcionamiento de su taller, para luego dejar paso a su compañero Javier Alonso, quien nos acompañaría durante todo el viaje. Roncero volvería a las cocinas de La Terraza, el restaurante que dirige en el Casino de Madrid. http://www.pacoroncero.com/



Paco Roncero y su ayudante Javier Alonso.



Así comenzó el periplo. Se nos pidió que quitásemos todos nuestros objetos de la mesa, pues esta es la principal protagonista de todo el tinglado.
Unos círculos blancos aparecieron en la tabla, pensados para que cada persona pusiera sus dos manos. Una voz invitaba a los presentes a adentrarse en la experiencia que Roncero estaba a punto de ofrecer. Mientras, un rayo unía todas nuestras manos. Imposible no asombrarse con el primer despliegue.
                                                                                                        



                                                                                                                                 Bienvenidos. 


Pero no fue el último. Cada plato venía acompañado de una nueva pantalla, como si jugaras al Super Mario Bros. Setas incluidas.

Si probabas una creación inspirada en aires orientales, unas letras chinas aparecían. Si lo que venía era una paella, unas brasas acompañaban a tu cacerola. Y así sucesivamente.















                                                 Experiencias en PacoRonceroTaller


Otro detalle de este gran invento son los famosos aromas de este chef. Desde las estalactitas se desprenden unos olores que combinan con la comida que se te presenta. Toda una experiencia para los cinco sentidos.


La intención del sucesor de Ferran Adrià es conseguir que sus invitados experimenten algo sin precedentes, que consigan comer obras de arte, que participen dando color a sus propios postres. En definitiva, que salgan de su Taller con la sensación de haber estado en otro mundo, quizá en una cena en el futuro. O en el espacio.



El concurso de postres tiene un 
ganador.

En este vídeo de Canal Cocina, el chef explica su novedoso concepto de cocina. Después de mi explicación, comprueben con sus palabras lo que han leído. https://www.youtube.com/watch?v=fhgIOY0x2aM

Increíble, espectacular. No había visto nada parecido antes.

Ahora, por la comida no me pregunten porque no la probamos. Vimos un vídeo de cómo hace su famosa paella de aceite de oliva el chef con dos estrellas Michelín, pero ni rastro del plato. Ni de los aromas.

Se podría pensar que es un poco extraño enseñar una experiencia sin culminar con la parte más importante, pero no, créanme, es muy comprensible.

¿Por qué? Aquí viene lo mejor de todo. La sorpresa de toda cena: la cuenta.

Vivir esta experiencia tiene un precio tan desorbitado que llega a las cuatro cifras. Dado que nunca podré permitirme algo así, considero visto y probado el Taller de las Emociones. Si a alguien le da por invitarme, mejor que me compre un coche o que me pague el alquiler, no sé, algo más útil.


Sin duda, Paco Roncero ha revolucionado el mundo de la cocina con la integración multimedia patrocinada por la marca HP, y seguramente en un futuro todos los restaurantes sean así, pero yo prefiero esperarme a que el McDonald’s acompañe sus hamburguesas con almohadones con olor a brasas.